en los Ríos Santa Catarina y La Silla, Monterrey, Nuevo León, México
Ana Elena Espinoza, Piietro Magdaleno, y Victor Miguel Ponce
6 de febrero de 2004
|
||||||||||||||||||
Introducción
Este artículo relata la visita, efectuada en el mes de octubre del 2003, a los ríos Santa Catarina y La Silla, ubicados en el área metropolitana de la ciudad de Monterrey. La visita tuvo por objeto documentar la experiencia con los proyectos de rehabilitación efectuados en estos dos ríos en los últimos años, y su relación con el concepto de arquitectura fluvial sustentable. La Ciudad de Monterrey La ciudad de Monterrey es la capital del estado de Nuevo León, México. En términos de población y actividad económica, es la segunda en importancia en la República Mexicana, después de la ciudad de México. Nuevo León colinda al norte con los Estados Unidos de América, por lo que forma parte de la región fronteriza. El Río Santa Catarina El río Santa Catarina tiene una orientación predominante de oriente a poniente, y se constituye en el espacio público más importante del área metropolitana de la ciudad de Monterrey. El gobierno municipal lo considera como la columna vertebral de la ciudad. El proyecto de rehabilitación comprende una longitud de 7.5 km ubicados dentro del municipio de Monterrey propiamente dicho. Sin embargo, cabe mencionar que la longitud total del río a través del área metropolitana de la ciudad, la cual incluye otros municipios, es de más de 30 km. En el municipio de Monterrey, el proyecto de rehabilitación se ha efectuado siguiendo la visión ecohidrológica, rescatando las áreas de inundación y destinándolas a usos temporales o "suaves." Para lograr esto, el gobierno municipal, a través de la Secretaría de Educación, Cultura y Deporte, en la persona del Secretario Lic. Francisco Rodríguez, realizó un proyecto de desarrollo urbano denominado "Parque Ecológico Río Santa Catarina." Este proyecto convierte el cauce mayor del río Santa Catarina en un parque deportivo, ecológico, cultural y de entretenimiento. La rehabilitación del espacio fluvial y su conversión a espacio urbano brinda a la población local una ciudad más grata de habitar, saludable y segura.
El área destinada a deportes y recreación se ha desarrollado en una superficie de 100 ha. En estos lugares se llevan a cabo prácticas como el fútbol soccer, fútbol rápido, básquetbol, vóleibol, pistas para go-kart y foros al aire libre, estos últimos destinados a actividades culturales. También se consideran áreas destinadas al comercio temporal, los llamados "tianguis," los cuales son construídos con estructuras metálicas y lonas desmontables. Los "tianguis" son una tradición mexicana que se remonta a tiempos precolombinos. El carácter temporal de estas actividades y estructuras asociadas no compromete irreparablemente la presencia de la avenida de diseño (período de retorno de 1000 años), la cual retomaría una gran parte del cauce mayor del río Santa Catarina.
Se utilizaron gabiones para proteger los márgenes del río y se construyó un terraplén en el área de inundación (el cauce mayor). Asimismo, se implementó un canal piloto, donde no se permite desarrollar ningún tipo de actividad. Esta sección del canal está planeada para soportar avenidas con períodos de retorno que varían entre 10 y 50 años.
La viabilidad económica del proyecto se aseguró mediante el uso de diversas estrategias. Los taludes externos de la sección del río se adjudicaron a diversos usos con fines publicitarios, con arreglos florales destinados a vender productos de reconocida trayectoria comercial. Las fuentes de financiamiento incluyeron el Banco Interamericano de Desarrollo y los consorcios con inversionistas privados e instituciones financieras. Además, se firmaron convenios de colaboración con empresas interesadas en el desarrollo de actividades deportivas, de esparcimiento y culturales. El objetivo principal fue concebir un esquema de uso económico de las áreas de inundación que no dependiera de los cambios en la administración municipal, asegurando la continuidad del proyecto a mediano y largo plazo.
Río la Silla El proyecto "Parque Natural Río La Silla" comprende un tramo del río del mismo nombre, localizado en los contrafuertes de la Sierra Madre Oriental colindantes con la ciudad de Monterrey. El nombre "La Silla" proviene de la formación geológica vecina en la forma de una silla. Este río atraviesa la ciudad en un trayecto de varios kilómetros, hasta unirse aguas abajo con el río Santa Catarina. Actualmente se encuentra desarrollada una longitud de 3 km. Este desarrollo incluye la cerca perimetral, diversas estructuras para deporte y recreación, y edificios para la administración del parque. El proyecto ha sido desarrollado durante el período de gobierno municipal 2000-03. El Arq. Diego González, Secretario de Desarrollo Urbano y Ecología, en coordinación con la Lic. Norma Rangel, Directora de Ecología, llevaron a cabo el proyecto para el rescate y rehabilitación del río la Silla. El logro ha sido la creación de un parque natural dentro del perímetro urbano de la ciudad de Monterrey. El parque es utilizado por la población como un espacio natural, por ende, el nombre "Parque Natural Río La Silla." En él se realizan diversas actividades recreativas de bajo impacto y se contribuye al fomento de la cultura ambiental.
El parque tiene una alta biodiversidad, con presencia de especies como peces, garzas, ardillas, pájaros carpinteros, tortugas concha blanda, álamos sicómoros y sabinos centenarios. Estos últimos llegan a medir hasta 40 m de altura, generando espacios muy agradables y hospitalarios para los visitantes. La vitapista es usada por los visitantes para caminar, correr o trotar; los que prefieren, pueden también disfrutar de la ciclopista.
Una estrategia importante para mantener y preservar este parque natural es a través de la consolidación de un patronato conformado por la población usuaria. Así, los beneficiarios locales se comprometen a cuidar el parque en el mediano y largo plazo.
Conclusión El proyecto de encauzamiento del río Santa Catarina, en los 7.5 km que comprenden el municipio de la ciudad de Monterrey, se lleva a cabo mediante usos pasivos de mediana y alta intensidad. Estos se justifican debido a la coyuntura local, es decir, un río grande que atraviesa en forma preponderante una gran ciudad. El proyecto de rehabilitación del Río La Silla permite un uso pasivo de baja intensidad, y está enfocado a la preservación y conservación de áreas naturales cerca del perímetro urbano. Ambos proyectos son buenos ejemplos del concepto de arquitectura fluvial sustentable, el cual promueve el uso ecohidrológico de los ríos, manteniendo, en la medida de lo posible, sus servicios naturales. Éstos incluyen la conducción de los flujos de avenidas minimizando daños materiales, la alimentación de la napa freática, la conservación de los ecosistemas riparios, el refuerzo del principio de biodiversidad y la estética del paisaje. | ||||||||||||||||||
|
Diseño de web: Flor Pérez |